Otros
creen haberse avivado por incluir alguna novedosa forma a los rituales
clásicos de su denominación y otros más tienen
el concepto del avivamiento como una euforia incontrolable y arrasadora
carente de razón y sustento Bíblico que sucede esporádicamente,
y que no hace a la persona que lo experimenta ni mas santa, ni mas
misericordiosa, ni mas parecida a Cristo.
¿Qué debemos entender por AVIVAMIENTO?
No queremos limitar LA OBRA VIVIFICADORA DEL ESPÍRITU SANTO
a una definición pero observando la evidencia bíblica
e histórica pudiéramos decir lo siguiente:
Un avivamiento es un revivir de las épocas gloriosas de la
iglesia primitiva en estos tiempos. Una visitación del Espíritu
de Dios a individuos, familias, estados o naciones llamándolos
al arrepentimiento y consagración a Dios. Una conciencia
personal y general de la presencia del Dios Santo acercándose
a los hombres.
Carlos Finney, el llamado apóstol de los avivamientos lo
definió como un resurgimiento a la obediencia de la palabra
de Dios.
¿Quién está anhelando un avivamiento en nuestro
país? ¿Hay alguien que ore y se preocupe para que
esto suceda pronto?
El pecado, la corrupción, la crisis y la muerte que nos están
consumiendo no podrán ser extirpados por el actual "Cristianismo"
de formas externas, absolutamente falto de poder y piedad. El hombre
sin Cristo no podrá revertir los devastadores efectos de
su indiferencia a Dios.
¡Necesitamos
la culminación de la promesa de Isaías 35:4!
"DIOS MISMO VENDRÁ Y NOS SALVARÁ"
"Oh Jehová
aviva tu obra en medio de los tiempos
En medio de los tiempos hazla conocer.
En la ira, acuérdate de la misericordia"
(Habacuc 3:2)
La lectura del presente
artículo nos permitirá revalorar y anhelar un avivamiento
del Espíritu.
ATENTAMENTE
Los Editores
CARACTERÍSTICAS SOBRESALIENTES DE UN AVIVAMIENTO
Dr. James Stewart
¿Cuáles
son las características distintivas de un avivamiento?
¿Qué diferencia hay entre los días extraordinarios
de la iglesia y los días ordinarios?
En mi propio ministerio de avivamiento he descubierto que los
días de "el cielo en la tierra" se reconocen
fácilmente por ciertas evidencias. Es cierto que ningún
avivamiento es completamente igual a otro. Mientras que cada uno
conlleva elementos comunes con los demás, sin embargo cada
uno tiene características singulares. No importa el tiempo,
el país, o las circunstancias, hay ciertas características
sobresalientes que se encuentran en todos los verdaderos movimientos
del Espíritu Santo.
HE AQUÍ ALGUNAS DE LAS ALMAS REVELANTES
EVIDENCIAS DE UN AVIVAMIENTO
Una profunda hambre de Dios
Una historia morava
escrita pocos días antes del 3 de agosto de 1797 dice:
"Una gran hambre de la palabra de Dios tuvo lugar en nosotros
de tal manera que teníamos que tener tres servicios cada
día; por ejemplo, 5:00. 7:30 a.m. y 9:00 p.m. y cada quien
deseaba más que cualquier otra cosa que el Espíritu
Santo tomara completo control. El amor propio y el egoísmo,
así como toda desobediencia desaparecieron y una abrumadora
y desbordante gracia nos arrastro literalmente a todos hacia un
gran océano de amor divino."
En 1885 el reverendo
G.H Moore y su congregación buscaron de manera más
profunda y más completa un encuentro con el Señor.
Cuatro hombres fueron movidos a orar: McQuilkin, Meneely, Wallace
y Carlisle. Se reunían generalmente los sábados
por la noche en una vieja escuela de Kells, buscando al Señor
para tener una manifestación más llena de su poder
para saciar el hambre de sus corazones. Esto fue el principio
de un poderoso avivamiento que llegó a todo Ulster.
Juan Wesley describe este encuentro en su periódico:
"Lunes, 1º de enero de 1739. Mi hermano Charles y los
señores Hall, Kinchin, Ingham, Whitefield y Hutchins, estaban
presentes en nuestra fiesta de amor en Getterslane con aproximadamente
sesenta hermanos más. Como a las tres de la mañana
mientras continuábamos en oración el poder de Dios
cayó poderosamente sobre nosotros, tanto que algunos lloraban
de inmenso gozo y otros caían al suelo. Tan pronto como
nos recuperamos un poco del temor reverencial y del asombro por
la presencia de su Majestad, prorrumpimos a una voz: "Te
alabamos, oh Dios, reconocemos que eres el Señor".
Agonía por las almas
Una agonía
por las almas es otra característica sobresaliente.
Un joven galés, mientras hacía una lectura un domingo
en la mañana llegó a las palabras "por Su agonía
y el sudor de Su sangre" y fue tomado por una gran pesadez
y por su agonía, y de alguna manera se sintió parte
del gran sufrimiento de Getsemaní y del Calvario. Esto
fue el principio de un poderoso trabajo de gracia que sacudió
la pequeña localidad de Gales. Cuando Daniel Rowlands leyó
estas palabras a su congregación fueron subyugados y sintieron
que estaban también en Getsemaní con su Señor.
Cuando Murray McCheyene
regresó de Tierra Santa después de 6 meses de estar
ausente de su gente en Dundee, describió que una gran obra
de parte de Dios estaba como nunca antes teniendo lugar a través
del ministerio de William C. Burns, un joven de 22 años.
Tan grande era la agonía dentro de la congregación
por las almas perdidas y por las increíbles eran las escenas
que sucedían aún hasta las cuatro de la mañana
en la iglesia de San Pedro, que el Presbiterio de Aberdeen le
pidió que hiciera un reporte especial sobre estas impresionantes
escenas. Algunos del Presbiterio querían condenar lo que
sucedía en San Pedro de Dundee por su aspecto emocional.
Aquí tenemos parte de su respuesta:
"Desde mi regreso he visto con frecuencia la predicación
de la palabra con tanto poder, y las cosas eternas tan cerca,
que los sentimientos de la gente no se pueden contener. He observado
en esas ocasiones una tremenda quietud que prevalece en la asamblea,
cada oyente inclinado hacia delante con profunda atención
cubriéndose las caras para orar que las saetas del Rey
de Sion sean enviadas a los corazones de los pecadores".
Algunas veces durante
mis reuniones en Europa, el coro no ha podido ni entonar los cantos
debido al gran quebranto en agonía por las almas.
Llenos del amor de Cristo
Está característica
está siempre en un avivamiento.
Un inglés visitó a Christmas Evans en Gales, de
quien había oído hablar mucho, y con quien sentía
cierto disgusto por sus reuniones desordenadas y su celo impropio.
Este inglés predicó fríamente, determinado
a no dejarse llevar por las formas desordenadas del galés.
Cuando termino le tocó el turno a Evans y lleno de respeto
por el hermano inglés trató de hablar con un sencillo
lenguaje y mientras describía de manera poderosa la gloria
de Cristo, lo enorme de su Sufrimiento y el infinito mérito
de su sacrificio, el inglés olvidándose de sí
mismo exclamó: "Oh mi Dios, ¿es esté
mi Salvador?" y cayó al piso.
Este relato fue sólo
una secuencia natural de una experiencia previa del predicador
Evans.
Mientras cabalgaba
hacia las laderas donde tendría que predicar y estando
consciente de lo que es tener un corazón frío en
el púlpito, en la oración secreta y el estudio,
desmonto de cabalgadura y pasó tres horas en el bosque
clamando a Dios que quebrantara su frío corazón
y le llenara con ardiente amor por las almas. "Habiendo empezado,"
dijo "en el nombre de Jesús, pronto sentí como
si se soltaran las cadenas y la dureza del corazón se ablandara,
y como lo pensé, montañas de hielo y nieve se disolvían
y se derretían junto conmigo. Me cubrían con una
dulce sensación de Su amor y Su perdón Mientras
el sol se ocultaba me encaminé a mi cita. Al día
siguiente predique con tal poder a la gran cantidad de gente que
se reunió en la ladera, que el avivamiento no se hizo esperar
y se extendió por toda la región."
En una remota villa
de Cardiganshire en una reunión una joven de naturaleza
tímida se paro con voz temblorosa exclamó en galés:
"Amo a Jesús con todo mi corazón." Muchos
historiadores espirituales creen que este fue el principio del
avivamiento en Gales en 1904.
Recuerdo que estaba
exponiendo la gloria de Cristo de acuerdo a Efesios, a un grupo
de nuevos convertidos en Hungría, cuando el Espíritu
Santo nos inundó a todos con Su amor, tanto que no pude
terminar el mensaje, sino sólo llorar junto con la congregación
en gran gozo de alegría.
No podemos asombrarnos
de que uno de los himnos favoritos del avivamiento galés
en 1904 fuera:
¡Maravilloso
amor! ¡ilimitada misericordia!
Tan grande como los océanos,
Jesús, el Príncipe de la vida, está muriendo
Por su sangre hay vida en nosotros.
¡Oh que corazón
podría olvidarlo!
¿Quién puede cesar de cantarle alabanzas?
¡Maravilloso amor! Por siempre apreciado
Mientras los cielos se llenan de música.
Una pasmosa sensación de la majestad y la santidad de Dios
¡Cuán
vacíos y superficiales son nuestros servicios hoy en día
para los avivamientos! Cuán poco sentido de la presencia
y del poder de Dios se manifiesta en nuestro medio. El apóstol
Juan, en la Isla de Patmos, tuvo una reunión de avivamiento
para él solo. Tuvo una visión de la majestad de
Cristo en toda Su belleza incomparable, de Su gloria y de Su poder.
Estuvo conmovido y turbado.
"Y cuando lo
vi, caí a sus pies como muerto" (Ap. 1:17).
El despertamiento de
Northampton, Mass, bajo la predicación de Jonathan Edwards,
revolucionó toda la región. Si acaso una persona
habrá quedado sin ser tocada por las grandes cosas de lo
eterno. En el año de 1735 parecía como si todo el
pueblo estuviera lleno de la presencia de Dios.
El escritor recuerda
como en repetidas ocasiones en Europa era tan grande la turbación
de la presencia de Dios que nos era imposible tener fuerza para
pararnos a predicar a la gente. Aún a los pecadores les
entraba tanto temor que abandonaban el pueblo.
El Dr. Jowett dijo
de Moody: "La excelencia de Moody estaba en una vasija de
barro, y muchos doctores en divinidad se han cuestionado acerca
de la extraña asociación. Había miles de
predicadores más elocuentes que Moody pero el tesoro de
la gloria no estaba en ellos. Moody podía no haber tenido
educación, pudo haber tenido modales rudos y no tener experiencia
en oratoria, pero cuando hablaba, el poder de un mundo invisible
caía sobre la audiencia."
En agosto de 1859,
Dios hizo un gran trabajo durante la convocación de la
iglesia Calvino Metodista. El predicador David Morgan escribió
en su diario que fue la reunión de oración mas maravillosa
en la que él haya estado. A Thomas John, de Calgerin, después
de una profunda meditación, le hicieron una pregunta: "Hermano
Juan, ¿No le impresionó ver a los miles que oraban
en silencio? ¿Alguna vez vio algo así?".
"Nunca vi a ninguno de los que oraban", contestó,
"¡Sólo vi a Dios!"
Una noche mientras
predicaba en una catedral luterana escandinava, una tremenda sensación
de la presencia de Dios cayó sobre la reunión. Yo
estaba tan turbado por la terrible conciencia de la presencia
de Jehová, que sentí temor de seguir predicando.
No podía soportar la gloria de Dios y terminé repentinamente
con el sermón. No supe que hacer, así que solo me
incliné a orar en silencio. El silencio era tremendo. Estoy
seguro de que si no lo hubiera roto pidiéndole al encargado
de la catedral que impartiera la bendición, la congregación
entera habría clamado en gran angustia y sufrimiento, creyentes
y no creyentes, todos. Tan grande era el sentir de la majestad
divina que muchos dejaron ahí sus automóviles y
regresaron por ellos después para no interrumpir estos
momentos de santa quietud. En la sacristía había
unos treinta predicadores, preciosos hombres nacidos de nuevo.
Ninguno profería palabra. Todos en silencio se retiraron
a sus casas. Yo mismo no le dirigí la palabra a mi intérprete
hasta tal vez tres horas después.
Profunda convicción
de pecado
Esta relevante característica
sigue a la anterior.
Teniendo un abrumador
sentido de la santidad de Dios y de su pecado, lo mismo creyentes
que no creyentes, son tocados y conmovidos por el Espíritu.
Cuando George Whitefield en febrero de 1739 estaba predicando
al aire libre a los mineros de Kingswood, el poder de Dios cayó
sobre los 20,000 congregados. La primera evidencia del trabajo
del Espíritu Santo sobre los rudos e incultos oyentes fue
un profundo silencio; luego y aún más convincente
fueron los ríos de lágrimas que rodeaban por las
ennegrecidas mejillas de aquellos mineros.
En la vida de Christmas
Evans esto se repitió durante su poderoso ministerio. Mientras
predicaba al aire libre sobre "El Hijo Pródigo",
cientos de personas que se sentaban en el pasto, todos a una se
levantaron, como por un resorte, como electrificados. Alguno lloraba
y otros oraban en gran agonía mental. Aunque el predicador
solo había hablado por quince minutos, tuvo que interrumpir,
y con sus ayudantes, hacerse cargo de las almas angustiadas hasta
la madrugada del día siguiente.
Cuando Jonathan Edwards
estaba leyendo las palabras de Deuteronomio 32:35 "A su tiempo
su pie resbalará", el Espíritu de Dios cayó
sobre la congregación con tal poder de convicción
que los que no eran salvos sintieron que se deslizaban hacia las
profundidades del infierno a cada momento con sus almas aterrorizadas
se abrazaban a los pilares del salón y gritaban en agonía:
"¿Qué haremos para ser salvos?"
Mi padre espiritual,
David Rea, ese gran evangelista de Ulser, cuenta de su primer
servicio en público en 1869.
"Fui a Dooran. Cuando llegué la casa de la reunión
estaba llena a pesar de la fuerte tormenta. De inmediato entré
y sentí la presencia del Señor y cuando empecé
a predicar, un poder indescriptible cayó sobre toda la
congregación y llantos pidiendo misericordia se escucharon
por todas partes del edificio. Luego en una de estas reuniones
hubo ocasiones en que tuve que dejar de hablar ya que alguien
se paraba y gritaba "Gloria a Dios", mientras que otros
caían postrados al piso pidiendo misericordia. De repente
tenía que suspender la predicación del todo y mirar
el trabajo que el Señor estaba realizando. A veces había
casi cien personas en un lugar clamado por misericordia, y en
otra área una cuarta parte oraba por ellos, mientras que
otros iban entre ellos llevándolos a Cristo. Luego como
una docena estaban de pie después de haber encontrado la
paz y alababan a Dios en voz alta."
Durante este poderoso movimiento del Espíritu de Dios al
norte de Escocia, mucha gente caía al suelo con sus almas
agonizando mientras Jock Troup predicaba. La gente yacía
como muerta en un campo de batalla. Cuando años más
tarde trabajé con él, encontré a algunas
de estas personas regocijándose en el Señor.
¡Oh, cuán
poca convicción de pecado hay en nuestras campañas
hoy en día! Tenemos miles de conversiones falsas a causa
de esto.
¡Oh, que glorioso
es oír sollozos de las almas interrumpir la reunión!
Progreso espontáneo
Dos símbolos
de Pentecostés son el VIENTO y el FUEGO. Ambos nos hablaban
del trabajo soberano, místico y sobrenatural del bendito
Espíritu. NO HAY UN PROGRAMA PARA UN CICLÓN O PARA
EL INCENDIO EN UNA PRADERA. Una de las mejores descripciones de
un avivamiento la da el mismo Señor Jesús.
"El viento sopla
donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de donde viene, ni
a donde va" (Jn. 3:8)
John Shearer dice:
"Un gran avivamiento es como un fuego en el bosque; puedes
rastrear su principio, siguiendo la primera línea de la
flama, pero pronto su progreso es tan rápido y extenso
que el ojo no puede ya seguir su paso. La flama salta de inmediato
a muchos lugares, y lo único que vemos es una gran conflagración."
El avivamiento estalla
en todas direcciones para la completa sorpresa de todos nosotros.
En los benditos días
de 1890 y por ese tiempo, los fuegos de avivamientos se prendían
por la costa noreste de Escocia de manera espontánea, independientemente
de los planes de las campañas evangelísticas.
Duncan, Matheson, Reginald,
Ratchiffe y James Turner iban de pueblo en pueblo, de aldea en
aldea recogiendo una gran cosecha.
Ustedes han oído del maravilloso trabajo de gracia que
hubo durante el ministerio de Murray, McCheyne y William C. Burns.
Estos hombres tenían únicamente veintiséis
y veintidós años respectivamente. Sin embargo, en
cualquier lugar de Escocia en donde predicaban, iban miles para
oírlos. Por favor, recuerden que no había ninguna
organización ningún comité, ni ofrendas de
amor para los evangelistas. No se gastaba nada de dinero en promover
las reuniones y nunca se estipulaba cuanto tiempo iban a estar
en un lugar estos hombres de Dios. Todo estaba bajo la dirección
del Espíritu Santo. El era el Señor de la Cosecha;
El los mandaba y ellos obedecían Su voz. Algunas veces
se quedaban en un pueblo dos días, en otras ocasiones se
quedaban tres semanas. Las iglesias estaban repletas. Multitudes
desbordantes se juntaban al aire libre. Cientos de personas seguían
a estos dos hombres santos a su alojamiento después de
la media noche para que les predicaran la Palabra otra vez.
Durante los años
de avivamiento en Hungría, miles se reunían como
por magia. La policía o el pastor me llamaban por teléfono
para que fuera rápidamente a un pueblo porque multitudes
se habían reunido y estaban esperando un mensaje aunque
no se había acordado llevar acabo ninguna reunión
en ese lugar. En algunos lugares en Europa se juntaban 2,000 personas
sin que hubiera programado ninguna reunión. ¡Esta
era la gloria, el misterio, el milagro del avivamiento! Era el
irresistible movimiento del Espíritu Santo. Esto es lo
que diferenciaba los días de avivamiento de los días
de reuniones evangélicas ordinarias. Esta escenas de reuniones
espontáneas fueron presenciadas por el avivamiento en Ulster
bajo el ministerio de W. P. Nichosol y en avivamientos escoceses
bajo el ministerio de Jock Troup y otros.
La rapidez y lo imprevisto del movimiento
Los avivamientos comienzan
de pronto y se expanden con una velocidad impresionante, como
un fuego en la pradera.
"Y se alegró
Ezequías con todo el pueblo, de que Dios hubiese preparado
el pueblo; porque la cosa fue hecha RÁPIDAMENTE"
( II Cro. 29:36).
Los movimientos poderosos
del Espíritu Santo comienzan en el lugar secreto del Altísimo.
Las manifestaciones externas vienen repentinamente para asombro
de todos; santos y pecadores claman igualmente asombrados: "Es
el Señor el que lo está haciendo y es maravilloso
lo que vemos". La gente de Dios se llena de alegría
y cantan con gran gozo: "Grandes cosas ha hecho Jehová
con nosotros; estaremos alegres" (Sal. 123:6)
El historiador Kirkton
escribió acerca de la reforma en Escocia:
"En Escocia toda la nación se convirtió como
en un estallido, diez años después de la salida
del Papa. NO HABÍA NI DIEZ PERSONAS DE SOCIEDAD QUE PROFESARAN
LA VERDADERA RELIGIÓN REFORMADA, y así era en la
misma proporción con la gente del pueblo. He aquí
una nación que nació en un día".
Otra vez Jonathan
Edwards escribe acerca del gran avivamiento en 1740, dice:
"Esto es seguro, es un evento grande y maravilloso, una revolución
extraña, un inesperado sorpresivo cambio de las cosas,
sucedió de pronto
¿Quién que hubiera
visto el estado de las cosas en Nueva Inglaterra hace algunos
unos años, creyera que habría un cambio?".
Yo mismo he presenciado,
no sólo lo espontáneo sino también la rapidez
del poderoso movimiento de Dios en diferente partes de Europa.
Por ejemplo, alrededor de 1935 en la parte rusa de Polonia empezaron
a encenderse poderosos fuegos de avivamiento que se extendieron
por diferentes provincias, en lugares donde no había ni
una sola iglesia evangélica, por un corto período
de tiempo, surgieron iglesias neotestamentarias por todos lados.
En poco tiempo, algunas de estas iglesias llegaron a tener mil
miembros, a veces bautizábamos a 200 personas en un día.
En otros países de Europa oriental se encendían
simultáneamente fuegos de avivamiento.
El verdadero espíritu
de avivamiento no se deja atrapar por organizaciones o sistemas.
NO PUEDE SER CREADO CON MAQUINARIA NI PROMOVIDO POR LA TINTA DE
LA IMPRENTA.
Un cántico desbordante
Una de las características
de un gran avivamiento es un maravilloso gozo. Cuando la noche
de agonía por la convicción, el dolor y el terror
del pecado ha pasado, entra en el corazón agonizante la
bendita paz del perdón. Ningún gozo que el mundo
pueda ofrecer se compara con el misterioso e inefable gozo que
se despierta en el alma del que ha nacido de nuevo. De esta manera
las visiones del templo de Isaías - que las montañas
y los collados prorrumpirían en canto y que los árboles
aplaudirían - no parecen extravagantes. Un gozo desbordante
viene a los creyente mientras son llevados a mayores alturas de
santidad. EL CANTO ES LA EXPRESIÓN NATURAL DE UN CORAZÓN
JUBILOSO. Escocia encontró en los salmos la respuesta a
su estado victorioso, mientras los himnos de Wesley permanecen
actualmente aunque el avivamiento ya haya terminado.
Durante estos poderosos
movimientos abundaban cientos de cantos nuevos expresando el sentimiento
reprimido de la gente. Los viejos himnos comunes que habían
sido cantados tan fría y mecánicamente por años,
ahora tomaban un nuevo significado. Sí, el cántico
espiritual de una congregación es siempre un buen termómetro
para probar el avivamiento.
Duncan Matheson solía despedir las reuniones de avivamiento
en Escocia cantando fuertemente con gozo santo el Salmo 126:2
"Entonces nuestra boca se llenará de risa, nuestra
lengua de alabanza
"
Cuando el pueblo de
Dios se llena del Espíritu Santo como bendición
del avivamiento, ellos "hablan entre sí, con salmos
himnos y cánticos espirituales, alabando al Señor
en sus corazones".
NUNCA SUPE QUE EN
UN AVIVAMIENTO SE NECESITARA UN LÍDER DE ALABANZA. Su ministerio
es innecesario, porque la gente debe ser restringida una y otra
vez por estar cantando por horas en un servicio. He conocido a
gente que puede estar cantando durante dos horas antes de que
empiece la reunión sin ningún director humano.
Una noche en una concurrida
reunión de oración en Checoslovaquia yo repetí
la bendición tres veces. La gente simplemente me ignoró
y siguieron cantando hasta la media noche bajo la poderosa unción
del Espíritu Santo. Podían haber continuado hasta
la mañana siguiente si no hubiera sido porque el conserje
del edificio les pidió que desalojaran.
"Aderezas mesa
delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges
mi cabeza con aceite MI COPA ESTA REBOSANDO" (Sal. 23:5).
Este no es el cantar
de los cuartetos, los solistas o los grupos de diferentes iglesias.
Es el Espíritu desbordándose hacia el Padre y hacia
el Hijo en la alabanza de los creyentes.
Tal experiencia está descrita en un himno del avivamiento
en Ulster, cuando durante las reuniones de avivamiento en las
calles, en las fábricas, en el campo y en las casas la
gente cantaba fuertemente:
Cada vez que nos reunimos,
dices:
¿Qué nuevas hay? ¿Qué nuevas hay?
Oh, yo tengo buenas nuevas que decir:
Mi salvador ha hecho todas las cosas bien
Y ha triunfado sobre la muerte y el infierno
¡Esas son las nuevas! ¡Esas son las nuevas!
El Cordero fue crucificado
en el Calvario
Para librar a un mundo de pecadores
Ahí fue donde se derramó su preciosa sangre
Ahí es donde Su sagrada frente fue humillada
Pero ha resucitado de entre los muertos
¡Esas son las nuevas! ¡Esas son las nuevas!
Sus obras están
avivando todo lugar
Y muchos la salvación han encontrado ya
Y desde que sus almas se han encendido en fuego
Gritan hosanna a Su nombre
Y por todos lados proclaman Su Honor
¡Esas son las nuevas! ¡Esas son las nuevas!